Durante siglos, la iglesia protestante que se percibe a sí misma como una religión más, y no como la respuesta de Dios para el mundo, ha denunciado el sincretismo del catolicismo: la mezcla de fe cristiana con elementos paganos. Se ha señalado con fuerza la veneración de santos que heredaron atributos de dioses romanos, el uso de reliquias, estampitas, rosarios, agua bendita y peregrinaciones como medios para obtener favores divinos. Se ha advertido sobre el riesgo de convertir la fe en superstición, y la relación con Dios en un sistema de intercambio de dádivas.
Pero lo que no se ha querido ver o no se ha discernido con suficiente humildad, es que gran parte de esa iglesia protestante ha caído en el mismo sistema religioso, solo que con dogmas, costumbres y talismanes modernos. Esta cultura no huele a incienso ni tiene forma de estampita, pero opera igual. Han surgido elementos que sustituyen la comunión con fórmulas, frases y objetos que prometen resultados, pero sin transformación real.
Aquí te presento 10 de esos amuletos protestantes contemporáneos, con sus equivalentes en el sistema católico tradicional:
1. Versículos como mantras mágicos
Se repiten como decretos, esperando que por el solo hecho de pronunciarlos, algo suceda.
Ejemplo: Declaro Filipenses 4:13: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”, cada mañana para que todo me salga bien.
Equivalente sincrético: Rezar 10 Padrenuestros para obtener el favor divino.
Ambos buscan activar lo divino por repetición, no por comunión.
2. Declaraciones como talismán verbal
Frases como “declaro victoria” o “decreto bendición” se usan como si el poder estuviera en la fórmula, no en la obediencia ni en la intimidad. Son más las veces que estás palabras suenan como aquellos címbalos que sólo resuenan en el aire sin causar efecto verdadero.
Ejemplo: “Yo decreto que este año será de victoria.”
Equivalente sincrético: Usar la medalla de San Benito para ahuyentar el mal.
Ambos confían en el poder del objeto o la frase, más que en la relación con el Padre. No estoy diciendo que decretar o declarar sea incorrecto, sino que hacerlo sin cargar con la cruz, es pura hipocresía.
3. Asistencia a cultos como escudo espiritual
La comunión se ha reducido a una rutina de “cumple” y te protegeré.
Ejemplo: “Mientras no falte a la iglesia, el enemigo no puede tocarme.”
Equivalente sincrético: “Si no voy a misa el domingo, pierdo la bendición de la semana.”
Ambos convierten la reunión en ritual obligatorio, no en encuentro transformador.
4. Ofrendas como llave de milagros
El dar se ha convertido en transacción espiritual.
Ejemplo: “Doy mi ofrenda especial para que Dios me abra el negocio.”
Equivalente sincrético: “Le prometí a San Antonio una vela si me conseguía trabajo.”
Ambos usan el dar como moneda de cambio, no como expresión de amor, ni obediencia que proviene del redimido.
5. Cobertura pastoral como blindaje automático
La figura del líder se ha elevado a protección espiritual, incluso en contextos de abuso.
Ejemplo: “Estoy bajo la cobertura del apóstol, así que ninguna maldición me toca.”
Equivalente sincrético: “El cura me bendijo, así que estoy protegido.”
Ambos delegan la relación con Dios en una figura humana, anulando al único intercesor verdadero.
6. Objetos ungidos como transmisores de poder
Aceite, pañuelos, agua “ungida” se usan como si fueran portadores de poder espiritual.
Ejemplo: “Este pañuelo fue ungido con aceite en la vigilia, lo pongo bajo la almohada.”
Equivalente sincrético: “Rocío agua bendita en mi casa para alejar los malos espíritus.”
Ambos convierten lo simbólico en mágico, perdiendo discernimiento.
7. Música cristiana como atmósfera mágica
Se cree que el sonido, por sí solo, trae lo divino.
Ejemplo: “Cuando pongo esa canción, siento que Dios entra al cuarto.”
Equivalente sincrético: “Cuando cantamos el Ave María, el ambiente se vuelve celestial.”
Ambos confunden atmósfera emocional con presencia espiritual. No necesitas invocar al que ya está en ti.
8. Frases virales como escudos espirituales
Se repiten como consuelo automático, sin discernimiento ni profundidad.
Ejemplo: “Dios tiene el control” o «el tiempo de Dios es perfecto», ante cualquier problema.
Equivalente sincrético: “Jesús, en ti confío” repetido ante cada dificultad.
Ambos usan frases como anestesia espiritual, no como verdad encarnada.
9. Eventos masivos como portales de milagros
El lugar sustituye la intimidad.
Ejemplo: “En ese congreso seguro recibo mi liberación.”
Equivalente sincrético: “Voy a Fátima porque allí la Virgen hace milagros.”
Ambos convierten el espacio en garantía, no en oportunidad para manifestar justicia. Dios puede hacer como quiere según su propósito. No se trata del lugar, sino de un corazón quebrantado, o de un pobre de espíritu que tenga expectativa de fé.
10. Redes sociales como canal espiritual
Se digitaliza la superstición.
Ejemplo: “Comparto esta imagen con el Salmo 91 por WhatsApp para que Dios me proteja.”
Equivalente sincrético: “Tengo una estampita de la Virgen en el carro para evitar accidentes.”
Ambos usan lo visual como escudo, no como testimonio de vida. No estoy diciendo que sea malo usar WhatsApp para transmitir un mensaje que edifique, lo malo es que ninguno de esos mensajes es el resultado de tu comunión con el Padre. ¡Toma la iniciativa y se genuino, el Espíritu también fue repartido en ti!.
La iglesia de hoy, llamada a juzgar a las naciones, debe romper con toda investidura religiosa que la retrasa y desvía de su propósito. Todo apego al formato debe ser considerado como basura. El dominio de Cristo no se establece con religiones, ni con sincretismos, ni con ecumenismos.
El modelo perfecto ya está en operación desde hace más de dos mil años:
Reino en la tierra como en el cielo.
Todo lo demás es tropiezo para una generación que ya no responde a estructuras religiosas, sino que busca autenticidad, verdad y redención.
¿Dónde está el error común de la iglesia cristiana en sus distintas variables? En creer que el Reino es religión, o peor aún, creer que el cielo se gana como religión.
Amados, somos el Reino, somos el Cielo en la Tierra, no somos religión, somos poder que transforma y redime al mundo…
La nueva reforma está en marcha. Nuestro mejor aliado es el tiempo, que desenmascarará doctrinas humanas que mantienen a la iglesia distraída, cuando las promesas no se cumplan y las estructuras se derrumben por si mismas.
Bendiciones…