Cuestionar no es rebelión, es madurez. La verdadera negligencia no está en ignorar lo nuevo, sino en no revisar lo viejo que damos por verdad solo porque lleva tiempo instalado en nuestra mente.
Si te pregunto,
¿Cuál es la razón por la que las personas se niegan a cuestionar sus convicciones y doctrinas arraigadas?
Opciones:
1. Porque mi pastor no se equivoca y es un hombre de Dios.
2. Porque temo que si empiezo a cuestionar se pueda desmoronar toda mi fe.
3. Porque todos enseñan lo mismo.
4. Porque la Biblia lo dice tal cual.
5. Porque considero que dudar es darle lugar a Satanás.
A continuación, vamos a desmantelar cada una de esas cinco opciones.
1. “Porque mi pastor no se equivoca y es un hombre de Dios”
Hechos 17:11
“Estos eran más nobles que los de Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.”
Aunque Pablo mismo era apóstol, los bereanos no se tragaban todo sin verificar. Ser enseñados por hombres de Dios no exime al creyente de confirmar con la Palabra y el Espíritu.
2. “Porque temo que si cuestiono se desmorone mi fe”
1 Corintios 3:11-13
“…pues nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. Si alguno edifica… la obra de cada uno será probada por fuego.”
Si tu fe se desmorona al ser examinada, entonces no estaba edificada sobre Cristo, sino sobre estructuras humanas. Cuestionar purifica, no destruye.
3. “Porque todos enseñan lo mismo”
Jeremías 6:13-14
“Desde el más chico hasta el más grande… todos son dados a la avaricia… y curan la herida de mi pueblo con liviandad, diciendo ‘Paz, paz’ y no hay paz.”
La mayoría puede repetir lo mismo… y estar equivocada. En tiempos de los profetas, la voz popular no era la voz de Dios. Uniformidad no significa verdad.
4. “Porque la Biblia lo dice tal cual”
2 Pedro 3:16
“…hay cosas difíciles de entender, que los ignorantes e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición.”
La Biblia sí lo dice… pero la interpretación puede estar torcida, incluso por personas sinceras. No basta con repetir el texto, hay que buscar el espíritu que lo inspiró.
5. “Porque dudar es darle lugar a Satanás”
Lucas 7:19-23
Juan el Bautista, desde la cárcel, envió a preguntar a Jesús: “¿Eres tú el que ha de venir, o esperamos a otro?”
Juan, lleno del Espíritu desde el vientre, tuvo dudas sinceras, y Jesús no lo condenó… ¡lo elogió como el mayor de los profetas! La duda, cuando busca la verdad, abre camino a revelación, no al enemigo.
Mis amados:
La verdad no se hereda por confianza, se revela por discernimiento.
Aún los ungidos pueden enseñar mezcla; por eso el Espíritu fue dado a todos.
Creer sin verificar no es fe, es comodidad decorada de fidelidad.
El fuego que derrumba la estructura débil no destruye la fe, la purifica.
Cuestionar no es dudar de Dios, es sacar a Dios de las limitaciones que le pusimos.
Cuando todos repiten sin pensar, lo que abunda no es la verdad… sino la costumbre.
La voz del cielo nunca compite con la multitud, suele susurrar en desiertos.
La letra sin contexto es como espada en mano de un niño: corta sin propósito.
No todo lo bíblico es divino si lo divorciamos del corazón del Padre.
El enemigo teme más a quien cuestiona con humildad que a quien repite sin revelación.
Bendiciones…