Más enfocado que muchos cristianos

Buckminster Fuller, un hombre que nos desafía a la transformación de ser verdaderos hijos de Dios...

     ¿Sabías que hay gente que cree que para cambiar el mundo hay que pelear con él? Gritar, protestar, discutir. Pero eso es como querer limpiar el agua revolviendo el barro.

Buckminster Fuller, un hombre que no hablaba de religión pero sí de diseño, dijo algo que parece sacado del corazón de Dios: “No se cambian las cosas luchando contra la realidad existente. Para cambiar algo, construye un nuevo modelo que haga obsoleto el modelo existente.”

Y eso hizo Jesús. No vino a arreglar el templo viejo, vino a levantar uno nuevo: tú y yo. No vino a discutir con los religiosos, vino a mostrarles una vida que los dejaba sin argumentos. El Reino de Dios no compite con el mundo, lo reemplaza. ¿Y tú? ¿Sigues peleando con el sistema o ya empezaste a construir algo que lo deje sin sentido?

Fuller también dijo: “Estamos llamados a ser arquitectos del futuro, no sus víctimas.”

Y eso es justo lo que el Padre quiere: que no vivas como alguien que solo sobrevive, sino como alguien que diseña. ¿Te das cuenta? No eres un error, eres un plano. No estás aquí para repetir la historia de tus padres, estás aquí para escribir una nueva. Dios no te salvó para que sigas llorando por lo que perdiste, te salvó para que edifiques lo que nunca antes se ha visto. ¿Vas a seguir viviendo como víctima o vas a empezar a construir como hijo?

“El propósito de nuestras vidas es añadir valor a las personas de esta generación y de las siguientes.”

Eso dijo Fuller. Y eso lo dijo Pablo también, cuando le dijo a Timoteo que enseñara a otros que pudieran enseñar a otros. ¿Qué estás dejando tú? ¿Un muro de quejas o una semilla de vida? Ser parte de la familia de Dios no es solo recibir bendiciones, es convertirte en bendición. Tu vida no es para acumular, es para sembrar. ¿A quién estás tocando? ¿A quién estás formando? ¿O solo estás esperando que te den más?

Y aquí viene una bomba de Fuller: “Ahora es muy factible atender a todos los habitantes de la Tierra con un nivel de vida superior al que jamás se haya conocido.”

¿Sabes qué significa eso? Que la escasez es mentira. Que el sistema te enseñó a competir porque no quiere que descubras que hay suficiente para todos. Jesús dijo: “He venido para que tengan vida, y vida en abundancia.” No dijo “para algunos”, dijo “para todos”. Pero esa abundancia no se ve porque seguimos pensando como esclavos. ¿Hasta cuándo vas a creer que Dios te quiere pobre, limitado, mendigando? ¿No será que Él te quiere como canal de provisión para otros?

“No se puede cambiar la forma de pensar de alguien, pero se le puede dar una herramienta que le lleve a pensar de otra manera.”

Eso dijo Fuller. Y eso hizo Jesús. No obligó a nadie a creer, pero soltó parábolas que rompían esquemas. ¿Qué estás soltando tú? ¿Frases vacías o herramientas que despiertan? ¿Estás enseñando para que te admiren o para que otros piensen diferente? El Reino no se manosea, se revela y arrebata. Y tú tienes la responsabilidad de provocar esa arrebato. ¿Estás sembrando luz o repitiendo oscuridad?

Y la última frase es la más desafiante: “Haz que el mundo funcione para el 100% de la humanidad, en el menor tiempo posible, mediante la cooperación espontánea, sin ofensa ecológica ni desventaja para nadie.”

Eso es Reino. Eso es cuerpo. Eso es familia. Jesús oró para que fuéramos uno, no para que fuéramos mejores que otros. ¿Qué estás construyendo tú? ¿Un imperio personal o una comunidad que refleja al Padre? ¿Tu mensaje excluye o reconcilia? ¿Tu vida divide o une? Porque si no estás haciendo que el Reino funcione para todos, entonces estás funcionando para ti. Y eso no es Reino.

El Sr. Fuller, sin ser cristiano, sin citar versículos, entendió cosas que muchos creyentes ni sospechan. Vio a Dios como un arquitecto universal, y aunque no lo conocía como Padre, sus palabras revelan principios que están en la Escritura. ¿Cómo es que alguien sin Biblia puede ver más claro que muchos que la leen todos los días? ¿No será que Dios está hablando más fuerte de lo que creemos, y nosotros estamos escuchando menos de lo que decimos?

¡Desafíate!, “No hay nada en una oruga que te diga que va a convertirse en mariposa”. Esta frase del Sr. Fuller es inquietante… ¿será que no nos atrevemos a ser transformados?

El sistema del mundo te quiere como oruga, pero basta que te apartes a la intimidad de una crisálida y entonces Cristo revelará tu verdadera imagen, en la que ya no te arrastras, sino que volarás para cumplir el diseño y honrar al Diseñador.

Bendiciones…

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Enseñanzas Recientes

También puede leer algunas de nuestras otras enseñanzas.

Contacto

Ministerios de La Gracia – Todos los Derechos Reservados.